La vorágine horizontal de tu paisaje
desobedece las órdenes de las neuronas arrestadas
por llevarse sin permiso los colores del recuerdo.
Mientras tu costado vertical ha quedado libre de culpas
y se ha entrenado en chuparse todo el aire
para oxigenar las memorias de la tierra.
Soy incapaz de dibujarte, así tan de improviso.
Y ver partes de tus partes quebradas con la mirada quieta.
Estás tan lejano que no puedo ver los colores de la tierra que pisas, que desgarras, que deshaces, que siembras y que aprietas.
Y al acercarme siento que muerdes el ocaso
para marcar con tus dientes tu presencia.
Y ahora sos azul y estás tan cerca.
1 comentario:
Se elevó del cieno cuerpo dolorido
Atrapó una nube sus manos sedientas
La atrajo a su lado entre sueños de vida
Se envolvió entre ella de sueños y quimeras
Era el último suspiro, su último remanso
Intuyo que las heridas ella le aliviaría
Envuelto en su blancura las heridas enjugaba
Que un mundo en silencio
Le enturbiaba su alma .
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