martes, 16 de marzo de 2010

Verdiazul


Quererse apenas, sólo quererse.
Extrañando cada mirada, cada paso,
cada risa, cada palabra, cada abrazo
para quererse amor, sólo quererse.

Encierrosienas


Quiero decirte lo que fue la prisión,
Y llevarte despacio a esas rejas que ataron quimeras.
Vino él, vino ella, vino un primo
con mil lentejuelas.
No hay visitas en tiempos de guerras.
Y al andar entre botas, recordé madreselvas.
Y volvieron olores, recuerdos de vientos, de aires
de lunas gallegas.
Quiero que entres al lugar que encerró
tantas noches serenas.
Al lugar que guardó en cofrecitos de latas:
botones, hebillas y una gran cigarrera.
Quiero hundir en tu mente mi mente cercada,
atada a las rejas.
Para que conozcas las llaves, candados,
camisas de lana y alguna etiqueta.
La sospecha, el silencio, picazones de años
me comieron las ganas de apretarte en mis brazos
y calentarte con mi vieja campera.
No hay visitas, ni caricias en tiempos de guerras.

Ondulaciones


Siempre me dejo olvidada en alguna parte.
Pierdo un tiempo precioso buscándome.
Ayer me dejé en la esquina.
Cuando me encontré no pude alegrarme.
Tuve que cargarme en andas y llevarme a cuestas.
Sentí que mi propio peso era demasiado
y no valía la pena el esfuerzo.
Así que me dejé,
apurando la idea de otro olvido.
Volví sobre mis pasos
con la culpa taladrándome el alma.
Me vi despojada y vulnerable.
Entonces me atreví a pedirme que camináramos.
Me convencí
de que no es posible tanto desencuentro.
Intentaré estar conmigo más tiempo
para olvidarme del olvido.
Seguramente me pediré perdón
y me perdonaré.